El vendedor que le había vendido las plantas le había dado otras plantas que le quería "encasquetar" al primero que viniera y encima le había pagado más dinero de lo que costaban y también se quedó en la ruina.
Una de sus plantas más preciadas se convirtió en una enorme planta carnívora, pero no una planta cualquiera era una planta de 6 metros de altura. Lo que el jardinero no sabía era que la tierra que había utilizado había estado sometida a radiaciones nucleares alterando las sales minerales y haciendo que la planta creciera enormemente. Cuando el jardinero se dio cuenta, la planta fue a por él para comerle, pero no eran una ni dos, eran cuarenta plantas de 6 metros.
Entonces el jardinero huyó a la armada y les explicó lo que pasó. La armada envió tanques pero las plantas empezaron a escupir bolas de fuego y a destruir tanques. Las plantas empezaron a comer gente hasta que crecieron tanto que reventaron y toda las personas que se comieron se convirtieron en zombies que fueron a todas partes del mundo hasta convertir a todos en zombies. Y desde ese día, todo ser viviente es un zombie. LLevo años esforzándome como mis papás me dicen siempre que debo hacer.
Todas las noches, cuando mi mamá me da el beso de buenas noches y se cree que me quedo dormida profundamente yo en sueños, doy la luz de mi habitación, enciendo el ordenador y sigo aprendiendo sobre flores. Sueño con devolverle a mi mamá todas esas flores que me ha ido regalando cada día de su vida. Porque habrá un día que mi anciana mamá necesite un jardín lleno de aromas y colores y será ese día el que yo despliegue todos las experiencias que estoy almacenando en mi mente y todos mis conocimientos y la devuelva una mínima parte de lo que en cada primavera ella siembra en mi jardín. La sorpresa de ayer sólo fue un mal rato de los que en la vida suelen presentarse unos cuantos para que aprendamos de ellos. Los pañuelos usados que ayer había en mi jardín sólo era el resultado de la larga noche que yo me pasé llorando pero pronto las lágrimas regarán nuevos brotes en las plantas de mi jardín. El desastre que ayer presencié en "El extraño Jardín de mis sueños" (que, por cierto, era parecido al que algún día he presenciado también en alguna de las aulas de algún colegio) era auténticamente desolador pero gracias a la sabiduría de los libros que a lo largo de los años cada noche a escondidas he leído y a los conocimientos que el abuelo me ha transmitido durante todas las tardes de trabajo en la huerta que hemos compartido y en las que yo he intentado empaparme, además de todos aquellos aromas que he podido captar, de todos los detalles que sus experiencias me han podido transmitir, estoy segura que conseguiré ofrecer a mi mamá el día de mañana ese jardín que ella se merece para que desde su silla de ruedas se empape y tenga conexión directa con todas esas flores que ella a lo largo de la vida nos fue regalando a unos y a otros, con esos aromas a ricas gominolas que ella regalaba a sus nietas y con esas imágenes que vivía en su extraño jardín y que, sin duda, la ayudarán a que no se le vaya la mente a oscuros y secos jardines, como a otros estupendos mayores que veo aparcados en la residencia de mayores cada día desde la sombra del cerezo de mi extraño jardín. Por utilizar las tierras de paises lejanos y las semillas de las flores más hermosas del mundo no me dí cuenta que las flores más hermosas eran las que había en mi jardín.
Unas flores tan bonitas necesitan estar en su "habitad". Si unas plantas tan delicadas reciben una temperatura demasiado fuerte o muy fría se marchitan.
Además, los gamberros al verse delante de la parcela tan grande llenaron tambien mi parcela de basura y desperdicios. Para que no volviera a pasar lo ocurrido, coloqué una valla de redecilla. Luego me limité a conseguir flores no muy especiales y delicadas. Poco a poco mi jardín ha mejorado y ahora ya puedo añadir flores más difíciles de cuidar. Poco a poco, iré aumentando la variedad de especies en mi parcela. Había sido todo un sueño.
A la mañana, se levantó y cuando salió al jardín se encontró todo bien. Tenía un problema en la vista. Llevaba tanto tiempo sin ver cosas bonitas que mis ojos no estaban acostumbrados a la belleza, o eso me explicó uno de los sabios a los que consulté que me recetó unas gafas especiales que irían acostumbrando a mis ojos poco a poco a apreciar lo bello.
Desde entonces, llevo las gafas puestas y no me las quiero quitar. Las semillas se las comían los pájaros y.... ¡Claro! así que no crecían las flores.
Al final, pusieron un espantapájaros y crecieron muchas flores. Un camión de la basura descargaba todos los días la basura en mi jardín. Al darme cuenta de lo que sucedía, decidí poner una valla y vigilar todas las mañanas y al final, dejaron de tirar basura.
He ido a buscar otras semillas y he conseguido que salgan las flores que yo había soñado. Yo había preparado mi jardín en el terreno donde habitaban unos duendes. Allí, tenían un pequeño pueblo un grupo de pequeños duendes. Ellos, como todo el mundo sabemos, tienen poderes y pueden hacer magia.
Después de tener una conversación con todos ellos, llegamos a un acuerdo. Yo dejaría un trozo de mi jardín para que ellos vivieran allí. |
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