El niño abre los ojos y no está la agenda ... Mira hacia los lados pero no ve nada y, de pronto, una luz refleja en sus ojos, él se sorprende. Se tapa los ojos con las manos pero es sólo el espejo de la entrada junto con los rayos del sol ,cierra la cortina y... de pronto aparece frente a él un lugar diferente dentro del espejo, el niño se acerca lentamente pero una cosa extraña pasa. Él no es el único que va hacia el espejo... el sofá ,la tele, la mesa... Todo se movía y de pronto el espejo absorbió todo el salón. El niño junto a los muebles se traslada a un lugar fantástico como el de los sueños, no las pesadillas, y el se adentra más y más en aquel fantástico mundo .
Hay un hombre con el pelo peinado en una cresta y ropa morada, y en sus manos una agenda negra .
El niño dijo:
- Es él.- pero se dio cuenta que no le estaba escuchando nadie y, al ver que estaba él contra el ladrón de agendas, se escondió en unos árboles, aunque no se camuflaba muy bien, y cuando se fue el ladrón de agendas el niño fue en busca de la salida y...no encontró nada, pero nada y ,de pronto, la luz de aquel sitio maravilloso se esfumó y apareció el ladrón de agendas. El niño intentó esconderse pero el ladrón ya le había visto de sobra así que ni lo intentó, hubo unas miradas asesinas.
- No la robé, la traje a mi casa y se la llevé a mi rey.- dijo el ladrón.
El niño, como es propio de un niño, preguntó que quién era ese rey.
El ladrón dijo: mira a la luna, ese es mi rey; mira al suelo, ese es mi rey.
- ¿Dónde esta la salida?- el niño dijo alucinado.
- Delante de ti.- dijo el ladrón.
El niño fue hacía delante pero no pasó nada.
-O era detrás, no sé.- dijo el ladrón confuso.
Pero el niño fue para atrás por si acaso y se cayó de culo pero, cuando abrió los ojos, ya no estaba en el lugar fantástico y la agenda no estaba con él.
Hay un hombre con el pelo peinado en una cresta y ropa morada, y en sus manos una agenda negra .
El niño dijo:
- Es él.- pero se dio cuenta que no le estaba escuchando nadie y, al ver que estaba él contra el ladrón de agendas, se escondió en unos árboles, aunque no se camuflaba muy bien, y cuando se fue el ladrón de agendas el niño fue en busca de la salida y...no encontró nada, pero nada y ,de pronto, la luz de aquel sitio maravilloso se esfumó y apareció el ladrón de agendas. El niño intentó esconderse pero el ladrón ya le había visto de sobra así que ni lo intentó, hubo unas miradas asesinas.
- No la robé, la traje a mi casa y se la llevé a mi rey.- dijo el ladrón.
El niño, como es propio de un niño, preguntó que quién era ese rey.
El ladrón dijo: mira a la luna, ese es mi rey; mira al suelo, ese es mi rey.
- ¿Dónde esta la salida?- el niño dijo alucinado.
- Delante de ti.- dijo el ladrón.
El niño fue hacía delante pero no pasó nada.
-O era detrás, no sé.- dijo el ladrón confuso.
Pero el niño fue para atrás por si acaso y se cayó de culo pero, cuando abrió los ojos, ya no estaba en el lugar fantástico y la agenda no estaba con él.